Historia

                   

Creación

El Instituto Nacional de Educación Física de Capital Federal, dependiente de la entonces Dirección Nacional de Educación Física Deportes y Recreación del Ministerio de Educación fue creado en Parque Chacabuco por resolución Nº 919 de fecha 11/04/1985 durante la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín. Se le impone el nombre de «Federico W. Dickens» por resolución 973/86 firmado por el Dr. Alconada Aramburú, Ministro de Educación y Justicia.

 

 

Transferencia

Esta Institución fue transferida a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a partir del 1º de enero de 1994, según Acta Complementaria Nº4 (Convenio de transferencia de los Servicios Educativos Nacionales ubicados en el territorio de la Municipalidad).

 

Normalización

A partir del 5 de noviembre de 1996, las autoridades del Instituto son elegidas por votación de todos los claustros, según resolución 1884/96.

 

EL PREDIO PROPIO: UN TRABAJO ENTRE TODOS

 

El día 9 de octubre de 1997, el Jefe de Gobierno – Dr. Fernando de la Rúa -, el Secretario de Educación – Dr. Horacio Sanguinetti – y el Secretario de Promoción Social – Ing. Rafael Kohanoff- de la Ciudad de Buenos Aires, firmaron el decreto Nº 1433/97 por el cual se le da el uso de las instalaciones del sector ‘viejo’ (el que da a la Calle Curapaligüe al 1150) del Parque Chacabuco a nuestro Instituto.

 

Este logro es fruto de una lucha iniciada a principios de 1996, y con actividades intensificadas en los últimos meses de 1997 que tuvieron su máxima expresión durante la semana en la cual se realizaron clases en la Plaza de Mayo y frente a la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, culminando con actividades deportivas y recreativas en Av. de Mayo, al pie del Cabildo.

 

Para entender la magnitud de este acontecimiento, es la primera vez en la historia que el gobierno de la Ciudad cede un espacio propio a un Instituto de Educación Física. Este es un paso gigante para la educación pública y para la Educación Física Argentina en particular.

Esto fue posible gracias al accionar de toda la comunidad educativa: estudiantes, docentes, no docentes, egresados y personal directivo y a la buena voluntad de las autoridades del Gobierno de la Ciudad.

 

El presente

A partir del 22 de abril de 1998 se iniciaron las clases en el predio de Curapaligüe 1150 y el 14 de setiembre se inauguraron oficialmente las obras con la presencia del Secretario de Educación Prof. Mario Giannoni y del Director de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Dr. Santiago Leyden.

A partir del ciclo lectivo 2000 se logró hacer efectiva la construcción de un gimnasio debajo de la autopista para la utilización exclusiva del Instituto, el cual fue inaugurado oficialmente por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Dr. Enrique Olivera y el Secretario de Educación Prof. Mario Giannoni.

 

 

Prof. Federico W. Dickens

 

 

 

 

 

“No vine como elaborador de triunfos ni como productor de resultados. Vine para demostrar que el deporte forma caballeros, que limpia por fuera y por dentro cuando se lo practica con honor y dignidad. Que aleja del vicio. Que más allá de las marcas y títulos hay cosas mucho más importantes como el equilibrio y la dignidad, que llegan con el placer de competir. Los títulos y las marcas se pueden contabilizar y por lo tanto superar. Aquellas, en cambio, son conquistas definitivas.”

 

“Los hombres no son mejores cuando marcan en la pista un segundo menos o en la cancha un punto más. Los hombres son mejores cuando se sienten capaces de darle un abrazo al rival. Acepto al caballero, rechazo al simple campeón.”

 

 

TRAYECTORIA PROFESIONAL DE FEDERICO W. DICKENS

 

Federico W. Dickens fue maestro de juventudes, pero también de maestros. Pocos hombres tuvieron tan importante influencia en la formación de destacados deportistas, profesionales de alto nivel, y en la difusión de importantes deportes como Natación, Basquetbol, Beisbol y particularmente Atletismo, al que aplicó los conceptos del entrenamiento científico. Con su guía las delegaciones argentinas obtuvieron resonantes éxitos, por lo que el lapso de tiempo en que tuvo a su cargo nuestros equipos representativos fue llamado «la época de oro del Atletismo argentino».

 

Dickens nació en Arkansas, Estados Unidos de Norteamérica, el día 14 de setiembre de 1889. Se graduó en Educación Física en el Springfield College de Massachusetts, Universidad perteneciente a la Asociación Cristiana de Jóvenes (Y.M.C.A.), casa de altos estudios abierta a la comunidad, dedicada al desarrollo integral de las personas. “El alma, la mente y el cuerpo del hombre conforman una unidad y deben cultivarse armónicamente, para lograr individuos sanos y con un sentimiento altruista de la vida.” Este ideal está simbolizado por un triángulo equilátero, que es el emblema de la Y.M.C.A. en todo el mundo. Estos conceptos inspiraron permanentemente a Dickens, y son la clave, junto con su rica personalidad, de la trascendencia de su labor.

 

Dickens llegó a la Argentina en el año 1920 y asumió el cargo de Director del Departamento de Educación Física de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Buenos Aires, cargo que ejerció hasta 1928, formando muchos líderes que tuvieron destacada actuación en la Institución y fuera de ella.

 

Tras varios años de actuación en Chile, retornó a nuestro país – su segunda patria – y se hizo cargo de la Dirección del Departamento de Educación Física del Ateneo de la Juventud, permaneciendo en el cargo entre los años 1938 y 1942. También en el Ateneo cumplió una tarea de honda repercusión, afirmando su condición de «Maestro de Juventudes».

 

Otras tres importantes instituciones lo contaron como colaborador: el Club Universitario de Buenos Aires, donde se desempeñó como Director Gerente entre 1942 y 1944; la Universidad Nacional de Tucumán desde 1948 hasta 1952, actuando como Director de Educación Física; y el club Comunicaciones en el que dirigió el Departamento de Educación Física en el período 1952-1953.

 

En su primera época en Argentina, Dickens fue Asesor Técnico del Comité Olímpico Argentino y Jefe de Entrenadores de los equipos que representaron al país en atletismo. Así acompañó a los deportistas que compitieron en los campeonatos sudamericanos entre los años 1922 y 1931 y en los Juegos Olímpicos de París en 1924 y Amsterdam en 1928.

 

Fue representante de la Fundación Interamericana de Educación de la Oficina de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado de EE.UU., entre 1946 y 1948. En el período 1954-1955 pronunció conferencias en Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Cuba. Como coordinador de los Juegos Panamericanos, realizados en Chicago (EE.UU.), visitó 26 países entre los años 1957 y 1959.

 

En ocasión de su última visita a nuestro país, en noviembre de 1965, firmó el acta de constitución de la Fundación Juan Gastón Vignes, siendo designado Miembro Honorario Nº 1.

 

Sirvió a la Argentina a través de medio siglo. Su nombre estará por siempre ligado a la Educación Física, y el Deporte en nuestro país, ejemplo de consagración a la formación de deportistas y de maestros en el Instituto Nacional de Educación Física del que fue profesor y Jefe de Profesores entre 1939 y 1948. Falleció en Washington, EE.UU., el 5 de julio de 1974.

 

TESTIMONIOS

 

Fragmentos de discursos pronunciados en actos vinculados a la última visita de Mr. Dickens a la Argentina (1965) y en homenajes con motivo de su fallecimiento (1977).

 

«Dickens vigorizó una formación integral, una educación cuyo centro debía ser el joven y no la simple transmisión de conocimientos… Con su infinita bondad legó al corazón de sus atletas… La amistad es la unión del alma de dos personas virtuosas, porque los malos sólo tienen cómplices, los interesados socios, los príncipes cortesanos, los voluptuosos compañeros de vicio; sólo los hombres honrados tienen amigos. Por esa poderosa razón, Federico Dickens, rodeamos a Ud. y a su señora con el profundo afecto y admiración que provocan los hombres honrados y virtuosos como Ud.»

Prof. César Vázquez, primer Director General de Educación Física de la República Argentina. Diciembre 20 de 1965.

 

«Lo conocí y traté desde muy cerca durante años, como participante en competencias deportivas, como observador sediento de recoger toda su calidad de hombre poco común y como profesor del siempre querido I.N.E.F., donde fui compañero de este gigante. Su palabra consejera y alentadora inspiraba confianza, respeto y tranquilidad, y así fue sembrando una caravana interminable de atletas y maestros que, como los pájaros y las flores cubren el territorio de la Nación.»

Prof. y deportista Raúl Landini. Setiembre 5 de 1977.

 

«Me animo a afirmar que es el fundador del deporte argentino… porque es la primera gran personalidad que tuvo nuestro deporte… porque señaló nuevos caminos, porque fue un modelo, respondiendo a una concepción coherente y esmerada de la conducta deportiva… porque su esfuerzo, por primera vez, tuvimos la imagen de un deporte argentino fuerte y poderoso, capaz de competir en un pié de igualdad con el de los demás países, por la seguridad y empuje de sus atletas que actuaban con dinamismo insospechado… Fue fundador porque fue pionero del deporte grande, porque en todas las instituciones en las cuales actuó dejó siempre afirmado un pedestal sobre bases graníticas, sobre el cual los seguidores podían construir el deporte del futuro.»

Prof. Enrique Romero Brest. Setiembre 6 de 1974.

 

«Hombre singular, con estilo didáctico propio y efectivo y en el que lo cognoscitivo y lo intuitivo en el entrenamiento físico y psicológico de atletas y deportistas, emanaba en muchas ocasiones de una fuente oculta de inspiración… Su capacidad técnica era múltiple. Desde una vibrante clase de calistenia, hasta la capacidad para exigir el esfuerzo atlético persistente, total, casi dramático, exitoso, bordeando y el récord o lográndolo».

Prof. Inspector Alfredo Loughlin Setiembre 7 de 1977.

 

«Una de esas tardes, nuestro Director nos presentó a Mr. Dickens, y ese ha de haber sido uno de los más importantes de nuestras vidas, porque enseguida algunos, más lentamente otros, pudimos advertir que estábamos ante un hacedor de hombres… porque modeló e hizo… Era también técnico de alto fuste, diestro para enseñar los fundamentos y los secretos íntimos de los deportes… capaz d armar en pocos meses, con muchachos comunes, equipos fuertes, bien unidos, dispuestos a luchas con virilidad y limpieza y haciendo gala de las técnicas más avanzadas. Creo que la clave para comprender mejor a Mr. Dickens está también en sus propias palabras: ‘Lo que da uno es lo que recibe. El amor refleja el amor’.»

Prof. Jorge Saraví Rivière. Setiembre 7 de 1977.

 

«Las tres décadas que corrieron entre los años 1920-1950 lo consagraron como el padre de nuestros deportes más puros: atletismo, básquetbol, voleibol, sóftbol, béisbol, rugby. Hace pocos días en la cena de Asociación Cristiana de Jóvenes, dije que Mr. Dickens es la personificación más perfecta que he conocido, del símbolo de dicha entidad mundial, el triángulo que significa alma, mente y cuerpo. Tres puntales sobre los que él buscó orientar su vida y la de sus semejantes, y digámoslo: lo consiguió».

Sr. Livingston Franklin Mitchell. Octubre 19 de 1965.

 

El 1º de octubre de 1986 se cumplió la ceremonia oficial en que se impuso oficialmente el nombre de «Federico W. Dickens» al Instituto Nacional de Educación Física Nº 2.

Especialmente invitados por la Comisión de Homenaje estuvieron presente los cinco hijos de Mr. Dickens: Joyce, Cornellie, Federico, Samuel y Carlos, dos de ellos nacidos en Argentina y residentes todos en Estados Unidos de Norteamérica.